El uso del refrigerador en el hogar comenzó en el siglo XX.
Uno de los primeros refrigeradores caseros fue una unidad inventada por un
monje francés que presentó la compañía General Electric en 1911.
Los modelos Kelvinator y Servel estuvieron entre las dos
docenas de refrigeradores caseros que fueron introducidos en el mercado
estadounidense en 1916. Cuatro años después, el número había aumentado a más de
200.Los compresores funcionaban generalmente mediante bandas unidas a motores
localizados en el sótano de la casa o en una habitación contigua a la cocina,
por lo que se requería de un enorme espacio disponible.
En 1918, Kelvinator introdujo el primer refrigerador con un
control automático. En 1923, Frigidaire presentó la primera unidad compacta.
Los gabinetes de acero y porcelana comenzaron a salir al mercado a mediados de
los años veintes.
Hasta 1929, los refrigeradores usaban gases tóxicos como
amoníaco, cloruro metílico y dióxido sulfúrico como refrigerantes. Hubo muchos
accidentes cuando alguno de ellos se filtraba fuera del aparato.
Publicaron sus resultados en la revista Nature en junio de
1974. Los años siguientes fueron agitados, ya que decidieron comunicar el
problema de los CFCs y el ozono no solamente a otros científicos, sino también
a la comunidad política y a los medios de comunicación. Pensaron que era la
única manera de asegurar que la sociedad tomara las medidas necesarias para
aliviar el problema.
Hoy en día, el refrigerador es el aparato electrodoméstico
más usado del mundo y está presente en prácticamente todos los hogares de
países desarrollados. Es sin duda uno de esos “milagros” de la modernidad que
puede cambiar totalmente la vida.
Sin refrigeración, tendríamos que salir diariamente a buscar
alimentos frescos, no podríamos disfrutar de pescados y mariscos si vivimos
lejos del mar o de helados, quesos, yogures y otros productos lácteos que se
producen en lugares lejanos, además de que estaríamos desperdiciando una gran
cantidad de comida al tener que tirar las sobras, en lugar de guardarlas para
un sabroso “recalentado”.
Y ahora resulta que un hombre en Clayton Georgia se dedica a
restaurar estos viejos refrigeradores y venderlos, tiene lista de espera, de
hasta 6 meses y los precios van de $2500 a $ 6500. Este es el modelo 1949
Westinghouse.
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